Entre rejas preguntaba, ¿Por qué me encuentro atado? La injusticia me ha tocado sin conocer el motivo que me ataba. Qué días tan largos Y qué noches tan prolongadas El sol no salía, cuántos estragos La luna andaba de luto no habían madrugadas. Contemplando a los que ahí me acompañaban veía que cada uno estaba por sus hechos. Había merecido y justa causa le imputaban. El espejo de la tragedia estaba opacado . Porque en mi la ausencia de hechos abundaba. Noche larga sobre rejas frias ¿Dónde encuentro yo justicia? Este lugar no tiene fragancias, es un juzgado ciego. Pasan los días y se siente el látigo y el atropello Ya llegó la hora, llegó también el día. Se abrieron las rejas de la esperanza perdida. Una mirada nueva cubre los ojos y al recuerdo de los hechos encendía, Que un día fue libertad prometida Para los cautivos de esta vida ¿Quién pagó el precio de mi condena? ¿Dónde fue el suceso? Fue pagado un precio que yo no merecía Hubo sangre, llanto y dolor Ese fue el precio que pagó mi Salvador. Autor: Josean José Antonio Franco ©1999 Derechos Reservados Feb 21, 1999 |
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