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Traigo
entre lazos una vida sin rumbo.
Saber
que quiero y no encuentro el destino.
De
ver la gente sin fe y sin esperanza
dando tumbos,
Por
no querer abrazar la ruta que nos trazó
el camino.
Eres
puente de salvación y candelero a mi
vida
Llegaste
a pagar lo que el mundo había cogido.
Sin
lamentos y con humildad dejaste tus
heridas.
A
todos quieres salvar y aún no te han
reconocido.
Dolor
que angustia al caído,
Espada
que traspasa lo indebido.
La
muerte no pudo sostenerte ni hacer nido.
Porque
eres el Dios viviente conmovido.
¿Has
visto el lugar de dolores donde fué
sufrido?
Por
nombre le pusieron Vía Dolorosa.
Sin
piedad lo saturaron llevando su carga
herido,
Viviendo
el atropello con huellas espantosas.
Preguntaron
muchos al verte resucitar.
Del
precio que ahí pudiste pagar
Entre
tantos que te injuriaban sin contemplar,
Que
eras el Dios encarnado que se habría de
levantar.
A
la muerte venciste y diste testimonio de
tu verdad.
A
los que hoy viven les recuerdas lo que
pudiste pagar.
Para
una vida llena en la eternidad,
Junto
contigo todos queremos estar.
Estamos
de fiesta, es día de celebrar con
libertad.
Hagámoslo
con regocijo y en santidad.
Cristo
pagó por nosotros por amor y lealtad.
Tu
corazón y el mío a Él debemos
entregar.
Autor: Josean
© 2005 Derechos reservados
Febrero 23, 2005
Pàgina Revisada,
2-24-23
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Marzo 13, 2005
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