Se abrió una brecha
y por ella un manantial
Lleno de bellas y frescas corrientes
El olor y la notoria atmósfera celestial
Daban testimonio de la mano divina presente.
Ahí en esa brecha está la salida
A la verdad y al vida eterna.
Sólo por ti y por mí entregó su vida.
Medicina eficáz para el alma enferma.
Corre hoy a donde está la brecha.
En confianza déjale saber todas tu penas.
Será un baño de luz y tu mano derecha.
Verás que nunca más andarás en tinieblas.
Por: Josean
Rev. José Antonio Franco
Abril 22, 2001