Señor,
sabes que te he buscado en mi pena y dolor, cuando tengo problemas, me escuchas como amigo, como mi Padre que eres, cumples mis peticiones.
Eres incansable, no permites mis ojos esten
tristes.
Me escuchas paciente, cuando estoy a solas contigo me ves tiernamente, me hablas con palabras dulces, me iluminas de fè invencible, que mueve montañas, para no caer, confrontar y resistir pruebas difìciles.
Señor, la vida es tan breve, la juventud no perdura. No hay tiempo cuando impide una salud delicada, Tù
sientes todas mis dolencias, te llamo en súplica, sólo hay tiempo para amarte a Tì, y amar los
demás.
Señor, se vive una vez, hay tanto bueno para hacer, Mi gratitud hacia Ti es grande, obsequioso expresar, Tù eres Divino, estàs en todas partes para escuchar, amparas y resguardas tus hijos, proclamas no odiar.
Señor, enseñas apreciar lo que nos has dado, la existencia, especialmente el
alimento que es subtancial para subsistir. Nos aprietas, nos sacudes para aprender nuestros tropiezos, valorar asi, la duraciòn de la vida, nos tienes aquí de pasada.
Señor, gracias por darme la luz, por otorgarme a mi madre,
el tronco de àrbol, me gratificaste sus brotos de adoraciòn , el fruto dulce de amor de mis hijos, cachitos de tu cielo azul. Mi gratitud, la amplitud de mi amor a Tì, no tiene
límite...
Autora: Karinoza45 © 2009 Derechos Reservados Noviembre 07, 2009
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