Fuiste un ciclón que
enardeció mi ímpetu el
frenesí, el arrebato de
vehemencia amorosa que se
deschizo en las aguas del
majestuoso océano y las olas
solo llegaron mansas a la
playa de mi esperanza y nunca
se levantaron airosas a la
cúspide de su cresta como un
remanso de algo que no llegó
pero si refrescando mi
espíritu y mi alma.
Hoy de pronto me ocurre que
no puedo pensar, nada puedo
escribir,
es algo así, como una densa
niebla que nublara el pensar
y el existir, será tal vez
porque no me inquieta nada o
que las cosas no me dicen mucho,
o tanto dicen y me inquietan
tanto que en nada me detengo
en meditar...
Nada es noticia ya... que la
una perdio su encantamiento,
que da un giro labolsa de
valores,
que el oro ya no vale, que
ganaron los Yanquis la
batalla.... !Bah¡... nada es
noticia ya. ¿Dónde está el
hombre? nada se, no siento ya
su comunicación. ¿Qué hace, a
dónde va? parece estar
hastiado de vivir... o de
robar el sol de la mañana,
mientras no sienta que su voz me
llama, mientras no mire su
luz me inunda diré, no pasa
nada, nada puedo escribir.
Autor: Mario León Uriarte
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