¿Qué sabes de la vida? Aún más, ¿del amor?
Habrás vivido en este mundo tal vez sin amar.
Mejor decir sin saber amar y experimentar el dolor.
Es fuerza que abraza el alma como olas de la mar.
Te cuento que un día encontré la flor.
La que sutilmente embellece mis días.
Dándole gusto a la vida y pintándola de buen color.
Me adorna las horas de esta vida con alegría.
¡Qué gusto tan selecto tiene el amor!
Pues no se envanece ni pierde jactancia.
Es benigno para siempre y brinda calor.
Nada espera, todo lo da aún su fragancia.
Eres tú amor, quien no se irrita aunque es como una flor.
Y menos busca lo indebido por causa del sentimiento.
El odio no existe en el amor y no hace carga del rencor.
Se sufre y se soporta dentro de un corazón sediento.
Por tu amor todo lo he creído.
Y por ese sentimiento nunca dejaré de ser
La persona más dichosa que haya nacido.
Por haber conocido el amor de Dios y de una mujer.