


Con qué entusiasmo la flor,
nueva y virginal asoma sutilmente,
por la rama en que se anida...

Como la magia de la naturaleza,
es precisa en sus manifestaciones
Y como el espíritu se recrea
al contemplar a Dios,
¡brotando en una flor!

Dios en su omnipresencia
Conversando en el mudo silencio
De la sensibilidad...
Dios tomando múltiples formas
para llegar a la maxima expresión
de su creación !

Es tan fácil sumergirse
en la intensidad de la simpleza,
en la bondad de lo sencillo,
descubrir a cada instante
el amor del Padre,
en la flor que con sus colores
decora el día.

En el susurro insistente del riachuelo
Que paciente viaja hacia el mar,
en el canto mágico de un Ruiseñor.

En el viento y en la luz, en la
noche y en la luna.
En todos los elementos que nos circundan,
En todo esto que sumado.
Constituyen al Hacedor Supremo!
Por: Jorge Recinos
© 2002 Derechos Reservados


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