Quiero
decirte, que
te acompaño
en tu dolor,
comprendo, los momentos difìciles de tu pesar.
Estàras sin
consuelo, el
llanto no
calma tu pena,
por la
perdida de tu
ser querido,
que ha
partido.

No es fácil,
pero te pido
tengas
resignación,
Sí así
sucedió, sin
tu explicarte
el ¿por qué?
Dios asi lo
dispone,
cuando llama
sus hijos,
ya es tiempo de
reunirse con
Èl, en el
cielo.

Solo admite
con amor, y
dale gracias a
Dios,
por prestarte
a esa persona
tan
maravillosa,
que vino de
pasada a este
enorme mundo,
a
convivir contigo parte de su vida
prestada.

Te regaló su
amor, lo brindó por ser
humano.
Valiosa
herencia ha
dejado, para
que le
recuerdes,
le lleves
siempre, en tu
alma y en tu
corazón,
su belleza, su luz interior, siempre vivirá en ti...
Dios te de
fortaleza, y
conforte tu
dolor.
Descanse en
paz
Amèn.
© 2008
Karinoza45
2-20-08
|