No
celebramos comer
dulces, huevitos
de chocolate,
celebramos la
resurrección de
Jesús, volvió
a la vida.
Día
grandioso, de
arreglarnos e ir
a Su casa
adorarle.
En
nuestro corazón
Él habita, Su
amor existe, allí
late.
Hoy, El Hijo de
Dios brilla en
la gran
celebración,
la fiesta
empieza en Su
templo, Él la
adoración,
suenan las
campanas,
regocijan cánticos
a Su amor,
alabanzas,
veneramos Su
belleza la obra
del Señor.
Ante la exaltada
conmemoración,
oremos Su
bendición,
abramos la
puerta de la
alegría, el
control de la
armonía
postremos el
alma en la
seguridad de
nuestro padre
Dios,
Creador
del universo, su
hijo Jesús sea
alabado en oración.
Autora:
Karinoza45
© 2006 Derechos
Reservados
Abril 5, 2006
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